#Terminado Blasphemous 2

A continuación les comparto una breve reseña sin spoilers sobre este título y algunas capturas propias de los primeros momentos.

Análisis técnico:

- Gráficos (75/100): Artísticamente, la saga continua con el diseño pixel art de la entrega anterior donde se explora el trasfondo religioso español y se mezcla con diseños brutales y grotescos. En dicha entrega sorprendió por su gran variedad de diseños, tanto en mapeados como en enemigos. Como también lo hizo en los efectos visuales de cada uno de ellos. Sin embargo en esta segunda entrega no tenemos la fuerza de ese primer impacto. Blasphemous 2 no se reinventa ni trae consigo una mejora sustancial en sus diseños. Incluso muchos se reciclan del primero, mientras que en otros se nota demasiado la influencia de los Igavanias. Por otro lado, muchos de sus jefes no tienen la presencia que tuvieron algunos en la anterior entrega. Desde lo visual parecen más simples y sosos. Si bien no hay un cambio de estética ni un upgrade visual marcado a la hora de entrar en detalles, las cinemáticas han cambiado. Los desarrolladores han optado por contar la historia con planos más fluidos, dándole una estética más animada y menos pixel para desarrollar estos eventos. Puede gustar más o puede gustar menos, que lo hecho en el pasado. Pero al menos podemos asegurar que en ambos casos si que se esmeraron por darnos buenas animaciones.

- Historia/diseño de nivel (65/100): Al igual que sucede con el apartado gráfico, en Blasphemous 2 ya sabemos que esperar. Tanto para bien como para mal. Y el hecho de que en la trama no haya un giro o un plot para sorprender al jugador es un tanto conformista. Aún así, el lore se sigue profundizando (incluso más) por encima de la historia del Penitente. Sin embargo, el diseño de nivel más allá de lo visual como acabamos de remarcar, también tiene un diseño que por momentos parece bastante vago. Encontrando pantallas que no están tan cuidadas como en la primer obra. Con momentos muy del estilo Dark Souls 2 al encontrar un volcán lleno de lava en lo más alto de una torre. Bueno, Blasphemous 2 tiene varias pantallas que no tienen sentido con el diseño que lo rodea. Y a eso le sumamos, además, que desde el primer momento se nos marca a donde tenemos que ir. Quitando un poco el lujo de la exploración profunda de la mano del jugador. Esto también lo vuelve un poco sistemático, porque sabremos en todo momento que podemos esperar de las siguientes pantallas sin haberlas visitados. Ya sabemos que si hay un jefe cerca, hay un punto de guardado, hay un teleport, etc. Por otro lado, han sumado algunos NPCs y secretos bastante interesantes bebiendo también de obras como Hollow Knight.

- Jugabilidad (80/100): Blasphemous 2 ha mejorado notablemente en su apartado jugable. Todavía falta un trabajo más profundo y especializado a la hora de tratar las hitboxes y el timing de ciertos elementos pero por lo demás, The Game Kitchen se ha superado. Uno de los principales problemas durante la primer entrega eran los agarres, tanto en plataformas completamente verticales como en diagonales. También así algunos agarres a la hora de clavar la espada y saltar en paralelo. En esta secuela, se ha mejorado mucho para pulir el plataformeo y aprovecharlo de manera más eficiente. Por otro lado, han cambiado la mecánica de instakill al caer sobre unos pinchos o al vacío, por una penalización en la barra de vida. Lo cuál se puede tomar como que vuelve el juego más "fácil" pero realmente lo vuelve más justo. Sobretodo en casos de desconocimiento del área o bien falta de información, como que no podamos ver donde caemos. Pero además, a esto le sumamos la posibilidad de tener más movimientos tanto en el suelo como en el aire y un doble salto. Que nos ayudarán a corregir mucho sobre la marcha y convertirlo más en un juego de habilidad y reflejos en lugar de un juego de memoria. Esto da lugar a mejorar sustancialmente las zonas de plataformeo. Sin embargo se nota más como una "versión de prueba", en ese sentido. No arriesgaron demasiado a poner plataformeos complejos ni puzzles muy complicados. Tal vez por miedo a que el sistema no respondiera como se esperaba. Con un poco de suerte podremos ver más profundidad en estos aspectos con algún DLC. La otra parte del juego es el combate y la progresión del mismo. Ahora tendremos 3 armas principales con diferencias muy marcadas (lo típico de arma rápida, balanceada y pesada). Que nos dará un estilo distinto en cada situación. Y en cualquiera de los 3 casos, la respuesta es satisfactoria. Lo mismo sucede con el progreso, que a todo lo ya conocido de la primer entrega se le suman unos sistemas más para conseguir bonificaciones de daño, resistencias, etc.

- Sonido (70/100): La banda sonora vuelve a hacer un buen trabajo. Aunque tampoco toma el protagonismo que por momentos podría tener. Mientras que la estructura y el uso del soundtrack es mucho más estricto, como lo suelen hacer los Castlevanias. A diferencia del anterior que teníamos más un estilo "moderno" en ese sentido. En cuanto a los efectos de sonido, Blasphemous 2 supera a la entrega anterior agregando unos cuantos presets para obtener mayor variedad. Lo mismo que sucede con los actores de voz, que ya vienen con el español de base (además de los otros doblajes) donde tenemos mayor variedad y más profundidad a la hora de realizar las interpretaciones. Por último, un detalle importante que fue más bien un "tease" durante el principio del juego fue el uso de la sensibilidad del mando combinado con lo audiovisual. Algo que se logró muy bien en estos primeros momentos, pero que luego a lo largo de la aventura, prácticamente no se volvió a utilizar de tal manera.

Nota final: 73/100

Blasphemous 2 mejora mucho la jugabilidad de su predecesor. Corrige unos cuantos errores cometidos en el pasado y aprende tanto de los propios como de los ajenos. Bebe mucho más de los Igavanias y de los exponentes modernos del género. Sin embargo, tanto por esto último como por ser una secuela, ya sabemos qué esperar. No sorprende. No logra ser tan espectacular ni se siente con tanta dedicación u originalidad. No se logra reinventar ni superarse tanto como si lo hizo en el gameplay.